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Mostrando entradas de junio, 2009
Te vi... Cuando quería controlarlo todo y me hiciste darme cuenta de mi fragilidad. Y me recordaste del montón de veces que has caminado a mi lado, cuando me sostuviste mientras lloré y cuando me mirabas con amor aún siendo que yo estaba lejos. Porque ayer recordamos juntos esas veces en que no tenia esperanza y buscaba cualquier cosa firme, fija y fuerte que me mantuviera a flote. También recordamos la trayectoria de este caminar, por momentos difíciles, que ha traído sanidad, libertad y esperanza. Porque mucho detrás de lo que me escondía ya no está y ahora es más fácil reconocerme en tí. Porque sé que no cambiaría nada de lo que ha pasado en la vida, aun doloroso, porque aún allí te he visto y experimentado. Tu Palabra se ha vuelto luz para mi, escucharte ha sido el espacio de re-creación, consuelo, preguntas y respuestas. Al estar sentada, sobre la cama y hablarte, creo que he descubierto que no preferiría otro lugar, aunque fuera majestuoso, sino tú no estuvieras ahi... Ya no sé

No votaré

Dicen que el movimiento para la anulación del voto este 5 de julio es primariamente juvenil. Y la verdad, lo creo. Porque entre las reflexiones de aquellos que han luchado por la democratización del país durante el siglo XX se encuentra la necesidad de pasar la estafeta. Ni ellos ni nosotros nos conformamos con un aparato electoral de alta tecnología, vamos en busca de una justicia incluyente, que privilegie a los pobres y marginados y se atreva a mirar como ellos ven. Porque vemos ahora el circo de la política donde unos pocos se pelean por poder, un poder que compra personas, privilegios, riqueza y los exime de la responsabilidad hacia aquellos que aún esperan algo o al menos ya no quieren que se les despoje de más. Yo no me presetaré a votar, eso está decidido, sin embargo, si alguien lo va a hacer, piénselo bien, considere las personas y si de todos maneras vas a las urnas, existe la posiblidad de anularlo. Con ello, de alguna manera estaremos diciendo algo. Que ya no estamos conf
REDIMIR: Librar a alguien de una mala situación o dolor. Rescatar al que está cautivo pagando una cantidad por ello. Comprar de nuevo una cosa que se había vendido o empeñado. Dejar libre una cosa hipotecada o empeñada. Luchamos por la realidad de esta palabra como una fuerza en la historia. Por una humanidad redimida, por una naturaleza redimida: por mujeres, niños y hombres, de toda condición, clase, etnia, oficio y reputación. Hemos sido comprados por precio... y aun hay historias que nos invitan a tener esperanza, a recobrar el ánimo y reconocer que en todo corazón está el deseo de saberse libre, rescatado, resignificado, revalorado, amado.

Unas palabras sobre "la comunidad"...

En pocas palabras puedo pensar que la comunidad es el espacio donde Dios decide formarnos. Porque es ahí donde el amor se prueba y donde también se manifiesta la presencia de Dios en ese fruto inconfundible de quienes son suyos. Porque decidimos amar o ser egoístas, entregarlo todo o quedarnos con algo que pronto muere en soledad. También es horno de fundición. Somos purificados, tratados, quebrados, reformados, restaurados para ser en algun momento un vaso frágil, instrumento portador de la gloria de Dios, ofrecido al mundo como vida. Es en comunidad que se adora al Creador, en comunidad se escudriña la Palabra, se hablan los sueños y se lucha por la paz. La dimensión del Dios personal es esencial, pero es en la omunidad donde esa dimensión trasciende y alcanza a los otros. En comunidad se vive la vida cristiana y se ama al prójimo, se refleja el amor de Dios y se prueban los corazones. Agradecida por la comunidad.
Mis preguntas: ¿Por qué en un mundo donde todos sufren, el sufrimiento nos aliena, nos lleva a la soledad? ¿No debería ser una oportunidad para estar con el otro, para identificarme con él, para llorar a su lado? ¿Por qué de pequeña soñé con transformar al mundo y ahora que tengo más herramientas y oportunidades me conformo con estar bien yo? ¿Dios, por qué en la medida en que te conozco más de cerca caigo en cuenta de todo lo que aún necesitas hacer en mí para aprender a amar a otros? ¿Por qué no puedo planear algo “normal”, como una casa, una familia, un carro y un perro para el futuro? ¿Por qué transformaste mis sueños y ahora me dices que espere? ¿Por qué cuando estoy ante tí siento una combinación entre plenitud por quien Tú eres y tristeza por lo que aún no dejo de ser? ¿Por qué dejarme vislumbrar lo que viene y ahora hacerme esperar? ¿Por qué tanto empeño en tratar con mi corazón y mi carácter? ¿No sería más sencillo capacitarme para servir y olvidarnos de lo demás?

de las fotos prometidas

En este viaje a Aguascalientes y de paso por GDL.... Ya había escrito un poco sobre mi último viaje. Así, rapidamente, pasaron cosas bonitas e intersantes: retomé la conversación con dos buenos amigos que están en GDL conocí mejor a Adar, compartimos sobre la visión de Compa, y las luchas y gozos del ministerio escuché una excelente conferencia a cargo de un teólogo luterano, dedicado al trabajo académico sobre la pobreza. Entre las varias cosas que dijo habló de la necesidad de una teología bíblica con ambos pies en la realidad. Se necesita reflexión teológica que se encuentre con el servicio... viajé, comí, conocí, caminé, aprendí, dormí...estuve en Sanborns escribiendo... confirmó que algo de lo que más disfruto es acompañar a otros, el ministerio estudiantil, los viajes, los amigos y aprender de Dios, de otros y de mi mientras todo eso pasa. Gracias Jesús, por ir siempre conmigo. Con Adar en un café, después de un estudio bíblico (ahí posamos pa´ la foto, je) Desmañanados, en el ae

divagando

A altas horas de la noche, escribiendo sobre la historia, terminando los últimos trabajos, con expectativas sobre el mañana, previendo lo posible, soñando valerosamente (a veces ansiosamente)y esperando confiadamente. (ya no encontré que más hago mientras me afano con este trabajo de teoría de la historia, je) Hasta las palabras se me van, no escribo todo lo que quiero, el lenguaje me limita. Pero quiero escribir, sobre lo pasado, el sentido que lo organiza, los testimonios y las huellas que han dejado, las personas que me han marcado, las palabras que han penetrado el corazón y aquello que no puedo articular, que sólo se siente mientras leo, mientras escribo. No sólo leemos las palabras, aprendemos a leer mucho más. Se leen sentimientos, esperanzas, emociones y dolores. Por eso escribimos, no sólo para decir palabras y acomodar letras, con ello mostramos amor, dolor, pena, compasión. Ahh, por eso nos gusta escribir, creo yo. Por eso me gusta leer, y más cuando lo hago con todo lo que